martes, 2 de julio de 2013

ROBERTA (MONÓLOGO-Historias de mujeres perfectas Cap 9- Maru García)


Se llamaba Julio, pero siempre se presentaba como Max, nunca supe ni pregunté porqué. La curiosidad era algo que nos sobraba, como tantas otras cosas.
Nos sobraba el tiempo que pasábamos sin vernos, nos sobraban las palabras que no necesitábamos, nos sobraba el día o la noche porque el momento nos era indiferente.
Lo que no sobraban eran las preguntas sin respuesta. Cómo puede ser el amor profundo tan enérgico, imparable, que perdure por encima de cada capa que cubre nuestro cuerpo. Qué química hace infinitas las sensaciones y los sentimientos para que sea imposible imaginar si quiera, un mundo en el que no hubiéramos coincidido. 
¿Es esto magia, es una mentira, es pasión, es la vida?
Cuántos Max se habrán cruzado en mi camino sin yo saberlo. 
Quizá solo él. No parece posible.
Ahora con las estrellas encima, o con las ramas de los arboles, silencio, la gente habla y habla, bla, blá, nosotros callamos. Nuestras manos se tocan susurrando lo que  no decimos: Te quiero sin duda, para, por y siempre. No me preguntes porqué, yo no me pregunto. Sencillamente, no me interesa la respuesta.

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